TU NOMBRE ME SABE A UVA: ALBILLO MAYOR, TEMPRANILLO Y VERDEJO
¿Alguna vez te has preguntado por qué se llaman así las uvas con las que se elabora el vino? En este mundo, nada es casualidad: ni los aromas, ni el terroir… ni siquiera los nombres. Detrás de cada variedad de uva, se esconde una historia que nos conecta con la tradición, la lengua y la cultura de quienes la cultivaron siglos atrás.
Vente con nosotros en este pequeño viaje etimológico por tres de nuestras uvas estrella: Albillo Mayor, Tempranillo y Verdejo.
ALBILLO MAYOR. LA BLANCA CON APELLIDO
El nombre Albillo tiene una raíz tan antigua como clara: procede del latín albus, que significa blanco. No es casualidad; incluso cuando alcanza su madurez óptima, la piel de esta uva conserva un tono pálido, casi dorado translúcido que la hace inconfundible. Así que nuestros antepasados fueron prácticos y llamaron Albillo a la uva de color claro.
El apellido Mayor no es un capricho de marketing moderno. En España, existieron (y aún existen) varias uvas Albillo: Albillo Real, Albillo Castellano, Albillo de Cebreros… Todas blancas, todas emparentadas en mayor o menor medida. Para evitar confusiones y destacar que esta uva endémica de la Ribera del Duero es la más robusta, la de mayor cuerpo y la que históricamente se consideró la reina entre sus hermanas, se le añadió el Mayor. Así nació Albillo Mayor, la gran dama blanca que está viviendo un renacimiento espectacular en los últimos años.
TEMPRANILLO. LA TINTA QUE LLEGA PRIMERO
Si hay una uva que representa a España dentro y fuera de nuestras fronteras, esa es la Tempranillo. Su nombre es tan directo como lógico: proviene de temprano, ya que esta variedad es famosa por madurar entre dos y tres semanas antes que la mayoría de las uvas tintas tradicionales españolas (Garnacha, Monastrell, Bobal…). En regiones de clima continental como Ribera del Duero, eso supone una ventaja enorme: escaparse de las primeras heladas de octubre y vendimiar con los azúcares y la acidez perfectamente equilibrados.
Los viticultores de toda la vida ya lo sabían y, sin necesidad de estudios enológicos, la bautizaron con el nombre más descriptivo posible: la uva temprana. Hoy es la reina indiscutible de España y la llevamos con orgullo en la mayoría de vinos de Bodegas Zapata.
VERDEJO. LA UVA DEL VERDE ETERNO
Si hay una uva que lleva su personalidad escrita en el nombre, esa es la Verdejo. Incluso en plena sobremaduración, cuando los racimos están dorados por el sol de Rueda, conservan un ligerísimo matiz verdoso en la piel. Y no solo la uva: los pámpanos jóvenes, los brotes, el hollejo… todo en esta planta tira al verde.
Ese toque verde se traslada al vino: aromas a hierba recién cortada, manzana verde, hinojo, pomelo… y un frescor en boca que recuerda a la lima. El nombre, por tanto, es pura descripción visual y organoléptica. Y sí, nos encanta presumir de que nuestra Verdejo de la D.O. Rueda es uno de los ejemplos más puros de esa identidad.
TRES NOMBRES, TRES HISTORIAS
En el vino, cada detalle importa. Y los nombres de estas uvas no son casuales, sino que nos hablan de su color, su ciclo de maduración o su expresividad. Conocerlos nos permite disfrutar aún más de cada copa, porque nos conecta con la tradición vitivinícola y con la evolución de nuestras variedades más emblemáticas.
En Bodegas Zapata, seguiremos profundizando en la cultura del vino… porque detrás de cada sorbo hay mucho que contar.