EL TRIÁNGULO DE ORO DE LA RIBERA DEL DUERO

En el corazón de la Ribera del Duero, existe un enclave privilegiado conocido como el Triángulo de Oro. Esta zona, delimitada por las localidades de La Horra, Roa y Olmedillo, es célebre por su terruño único y sus vides centenarias, que dan origen a algunos de los vinos más prestigiosos de España.
El Triángulo de Oro de la Ribera del Duero está bendecido por suelos de texturas arenosas, calizas y arcillosas que cuentan con miles de años de historia y que, hoy en día, definen el carácter y singularidad de los vinos que surgen de sus entrañas.
En particular, la zona de La Horra presenta suelos arenosos en las capas más superficiales, que permiten una buena infiltración de agua y aireación de las raíces, y favorece la producción de vinos frescos y frutales; pero también es un suelo arcilloso en profundidad, por lo que tiene una alta capacidad de retención de agua y nutrientes, y nos regala vinos con más cuerpo, estructura y concentración de sabores que otras zonas de la misma Denominación de Origen.
Otro aspecto que influye en la calidad de estos vinos es el clima extremo al que están expuestas las vides, con veranos secos, inviernos largos y rigurosos, y baja precipitación. Si observamos el enclave de La Horra, las lluvias se concentran entre noviembre y mayo, y los vientos suaves y frescos procedentes de los Picos de Urbión favorecen que tanto hojas como racimos se sequen rápidamente. Como consecuencia de todo ello la uva que se obtiene es de una calidad extraordinaria, de pequeño tamaño, piel gruesa y maduración perfecta, lenta y tardía.

Asimismo, el paisaje de La Horra, situado sobre los 800 metros de altitud, y con saltos térmicos que pueden alcanzar los 20 grados entre el día y la noche, es una de las zonas más frescas de la Ribera del Duero, alejada del río y, por tanto, menos húmeda, que permite una excelente madurez de los taninos.
Para los amantes del vino, viajar al epicentro vinícola de la Ribera del Duero que conforma el Triángulo de Oro es como visitar la Quinta Avenida de Nueva York o los campos Elíseos en París. No hay nada comparable en el resto del mundo. Es un auténtico privilegio para los que vivimos en España y un orgullo para Bodegas Zapata, cuyos vinos se producen en La Horra y son el resultado de un legado que combina el respeto por la materia prima y la sabiduría transmitida de generación en generación.

Nuestros vinos hablan de la tierra, del clima y del esfuerzo humano, y cuentan una historia en cada copa. La exquisita uva que se trabaja en Bodegas Zapata es uno de nuestros bienes más preciados, un tesoro que nos permite ofrecer vinos excepcionales, a través técnicas tradicionales e innovación, enfocados siempre en la calidad y la sostenibilidad durante todas las etapas de su elaboración.
¿A qué estás esperando para probarlos?